Normalmente, antes de elegir material, debes decidir el uso que le vas a dar. Y este caso no es diferente. Según el uso que se le vaya a dar, deberá tener unas características determinadas.
PERO, en este caso, lo que deberías haber hecho primero es elegir las botas adecuadas para tu actividad, y me explico. En realidad las únicas botas a las que se pueden poner crampones con garantías son las semirígidas y las rígidas.
Las botas de trekking flexibles en realidad no son cramponables. Es decir, como mucho, con unos crampones flexibles de correas, podrás usarlas para pasar neveros o glaciares, pero con muy poca inclinación.
En el caso de unas botas semirígidas o rígidas con reborde en el talón, podrás usar unas botas con fijación semiautomática o de correas, siendo la semi preferible, pues proporciona mejor sujeción y es más cómoda de poner y quitar.Si tus botas son rígidas (incluyendo botas de esquí) con reborde delantero y trasero, puedes usar cualquier tipo de fijación. Las automáticas son algo más cómodas que las semi, aunque si tienes semiautomáticas, puedes usar los crampones con más tipos de botas.En el caso de usar cubrebotas, aunque tus botas sean de fijación automática, es posible que sólo puedas usar fijaciones de correas.Nunca, nunca, bajo ningún concepto usar crampones con fijaciones semi o auto en botas que no estén preparadas para ello.Hacer esto ha causado varios accidentes mortales en España en los últimos años.
Lo siguiente, si ya tienes tus botas (y son las adecuadas), la elección continuará con las características generales del crampón. Así según el uso que se les vaya a dar buscaremos unas u otras características.
De forma general:Si los quieres para trekkings o ascensiones sencillas en donde tengas que pasar algún nevero o un glaciar, o como complemento para tus esquís de travesía, puedes optar por unos "de marcha". De 10 ó 12 puntas, ligeros, articulados, con fijaciones generalmente de correas o semiautomáticas (o automáticas para las botas de esquí). Pueden ser de aluminio.Para un uso más general, alpinismo y corredores sencillos, elige uno de 12 puntas, semirígidos o rígidos, de acero, con cualquier tipo de fijación.Para alpinismo extremo, corredores complicados, terreno mixto y hielo, necesitas un crampón de alpinismo resistente, además puedes optar por unos con puntas en T, preferiblemente con fijaciones semi o auto.Hielo y/o Dry-tooling: Generalmente rígidos, con puntas frontales verticales, normalmente desmontables y convertible en monopunta. Casi siempre con fijación automática y algunos con construcción de caja. Hay modelos dotados de espolones en los talones para uso en vías deportivas y de competición.Otros consejos a la hora de elegirlos:
A la hora de compralos, comprobar que se ajustan correctamente a las botas. Es decir, que una vez ajustada su longitud y puesta en las botas sin las correas o fijaciones, sacudiendo las botas, los crampones no se caen.Como cualquier material que haya que cargar, el peso es una característica a valorar. El peso de unos crampones de acero suele oscilar entre los 800 y 1100 gr. Los crampones de marcha suelen ser más ligeros y los específicos para hielo, más pesados. El tipo de fijación no influye much en el peso del crampón.Aparte de los imprescidibles antiboot, es recomendable tener una bolsa para llevarlos y no romper nada en la mochila.Continúa (y finaliza) en:
Crampones (IV): Cuidados y consejos de uso
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