Como habréis podido comprobar, últimamente no me prodigo mucho con los artículos.
Diversas conjunciones de astros y otras circunstancias hace que me resulte imposible dedicar a este blog el tiempo necesario para crear contenidos mínimamente dignos. Por eso, para escribir chorradas, prefiero callarme la boca.
Espero que dentro de poco (unas semanas) pueda estar en condiciones de escribir algo interesante.
Hasta entonces, un abrazo.
Nos vemos en el monte.
Una pequeña tienda de montaña cualquiera de cualquier ciudad. Entra un cliente.
Bien vestido, aires de superioridad y autocomplacencia. Muy seguro de sí mismo, y seguramente encantado de haberse conocido. En su muñeca destaca un pedazo peluco que debe de valer más de 2000 €.
El vendedor, acostumbrado a que sus clientes tengan una pinta un tanto rara, pero no de ese tipo, lo mira un tanto extrañado. No le suena su cara.
Debe de ser un comercial se dice a sí mismo.
Cliente: Hola, quiero material de montaña.
Vendedor: Pues has venido al sitio adecuado. ¿Que necesitas?
Cliente: Quiero la chaqueta "Mammut Extreme Logan". (Mostrando una sonrisilla, de "Ahí queda eso").
Vendedor: (Un poco extrañado) Lo siento, de Mammut sólo trabajo cuerdas y material duro.
Cliente: ¿Que es material duro?
Vendedor: Material de escalada, mosquetones, etc. Además esa chaqueta que pides es muy cara, ronda los 500 €. Por menos de ese precio puedo ofrecerte otras chaquetas tan buenas o mejores que esa..
Cliente: Ya, pero quiero esa, es un capricho que tengo. Bueno, pues dame unas botas.
Vendedor: Vamos allá, ¿qué uso les vas a dar?
Cliente: Para montaña, para que va a ser (contrariado por la pregunta).
Vendedor: Ya, pero para verano, invierno, senderismo, para usar con crampones...
Cliente: Sí, de esas, para crampones (que son las que más molan).
El vendedor, con cara un poco rara, intenta hacer su trabajo y le muestra varios modelos semirígidos y alguno rígido, intentando que el cliente entienda lo que está comprando.
Cliente: Vale, me quedo estas. Y dame un pantalón de esos... (indicando un pantalón supertécnico con aislamiento).
Vendedor: (Cara de sorpresa) Ese pantalón es para temperaturas muy frías y para subir muy alto, ¿para qué lo quieres?
Cliente: Para hacer montaña, ya te lo he dicho antes (tono de mosqueo).
Vendedor: Mira, para montaña, es mejor que mires alguno de estos... (mostrando varios de Cordura, Schoeller, etc.)
Cliente: Bueno pues me llevo este (eligiendo el más caro de todos los mostrados).
El cliente recorre la tienda, mirando todo el material que se amontona por allí y se para frente a la pared en la que está expuesto el material duro, y empieza a pedir...
Cliente: Uno de estos, otro de estos, dos de estos otros... (Señalando un combinado de mosquetones y expres sin mucho sentido).
Vendedor: (Con cara de asombro) Pero... ¿para que quieres todo esto? ¿Quieres escalar? ¿Hacer deportiva?
Cliente: Pues para hacer montaña (aires de superioridad otra vez). ¿Y esto que és? (Apuntando hacia un grillo).
Vendedor: Es un Gri-Gri, sirve para asegurar en escalada deportiva.
Cliente: Vale, me lo llevo.
Vendedor: (Cara de asombro X 2) Antes de usar cualquier material de este tipo deberías formarte adecuadamente de como usarlo, o mejor apuntarte a un curso.
Cliente: Ya, ya. (Debe de estar pensando, ¿curso? bah, para qué. Yo solo me llego y me basto).
A estas alturas, la cara del vendedor ya es un poema, posiblemente no haya visto nunca nada parecido. Pero sigue suministrando el material que el cliente solicita, al fin y al cabo está para vender.
Cliente: Dame unas zapatillas de esas para escalar.
El vendedor empieza a sospechar que hay una cámara oculta...
Vendedor: ¿Unos pies de gato?
Cliente: Si, eso.
El vendedor lo deja por imposible, con cara de resignación y algo de impotencia, continúa atendiendolo.
Vendedor: ¿Que número calzas?
Cliente: Un xx.
Vendedor: Pruébate estos, para empezar estan bien y no son muy caros...
El cliente se los calza como unas chanclas, y no llega a cerrar las cintas de velcro...
Cliente: Vale, me llevo estos.
El vendedor se encoge de hombros. Pues que le voy a hacer, piensa.
Así con varias cosas más, una mochila, un arnés...
Vendedor: ¿Algo más?
Cliente: No, por ahora no.
Le hace la cuenta. Casi 800 €.
El cliente paga con una flamante Visa Oro...