Seguridad en el Rapel (I): Redundancia es seguridad

Si has llegado a esta página buscando información que te enseñe a rapelar, lo siento, aquí no encontrarás lo que buscas. Hay muchas páginas y libros en donde se explica, aunque no siempre lo hacen bien. Lo que yo te ofrezco son varios consejos para evitar accidentes y hacer tus descensos en rapel con la mayor seguridad posible.
seguridad rapel
Y aclarado esto, empezamos…

El Rapel.

Se denomina rapel a la maniobra de descender por una cuerda, generalmente con la ayuda de algún dispositivo de freno.

El objetivo del rapel es poder descender cuando no es posible destrepar o cuando siendo posible es peligroso. Es mejor un rapel seguro que un destrepe arriesgado, pero es mejor un destrepe cuidadoso que un rapel precario.

El rapel es una maniobra sencilla de realizar y sencilla de aprender, pero de naturaleza muy peligrosa. A diferencia de la escalada, en la que la cuerda sólo es un elemento de seguridad en caso de caída, en el rapel la cuerda se convierte en el elemento que nos “sujeta”.

Debido a esto, cualquier fallo en la cuerda u otro elemento del rapel, tendrá como resultado un accidente con consecuencias muy graves.

Desgraciadamente la lista de fallecidos, efectuando una maniobra en principio tan sencilla como el rapel, podría ocupar varias páginas. Y no estamos hablando de principiantes, son muchos los escaladores y alpinistas experimentados (algunos de renombre) que se han dejado la piel en un rapel.

Punto único de fallo.

Como en cualquier sistema, si queremos una buena seguridad, debemos evitar lo que se denomina “punto único de fallo”, esto es, un elemento o parte del sistema, que en caso de fallo hace fallar todo el sistema.

La única forma de evitar los “puntos únicos de fallo” es mediante la redundancia, y en el caso de elementos que no se puedan duplicar, estos deben estar lo suficientemente sobredimensionados y ser a prueba de todo fallo.

Gran parte de la peligrosidad del rapel viene precisamente porque hay varios posibles puntos únicos de fallo, que son principalmente:

  • Anclaje.
  • Sistema descensor + mano de frenado.
  • Arnés.
  • Cuerda.

Veamos como reducir en lo posible estos puntos únicos de fallo.

1.- Anclaje

Los puntos de anclaje deben duplicarse, triplicarse o usar uno suficientemente robusto (por ejemplo un árbol).

Anclajes rapelSi las chapas no tienen argollas, unos maillones protegerán la cuerda de los cantos de la chapa. Sí, ya se que pierdes el maillón, pero son muy baratos y tú vales mucho más.

maillon rapelrapel cordinoSi los seguros que se van a usar están muy separados (o no se quiere abandonar los maillones) se puede usar un cordino o cinta para conectarlos. Pero ojo, en este caso puedes estar haciendo otro punto único de fallo. Aplicando la redundancia, es mejor poner dos cordinos o cintas, o bien uno pero en doble, evitando así otra posibilidad de fallo

2.- Descensor + mano de frenado

En el sistema “descensor + mano de frenado”, lo que puede fallar es precisamente nuestra mano, bien por despiste, bien por un golpe que nos deje inconscientes o alguna otra circunstancia.

Para evitar este punto, usaremos un sistema de autoseguro mediante un Shunt (pato) o mediante un nudo marchard o similar. Para realizar el marchard, necesitaremos un cordino de 1,5 metros y 6 ó 7 mm (la UIAA recomienda 7 mm).

seguridad rapelPara rapels muy largos, hay descensores específicos usados sobre todo en espeleología, en los que para descender se presiona una palanca. En el caso de que soltemos la palanca, se bloquea, por lo que si usamos un aparato de este tipo no sería necesario el autoseguro. También hay descensores especializados en actividades de barranquismo, pero eso ya es otra historia...

seguridad rapelSe puede rapelar prácticamente con cualquier dispositivo diseñado para asegurar, e incluso se puede hacer un freno sólo con mosquetones. Hay que conocer bien el uso de cada aparato, y familiarizarse con él antes de usarlo.

seguridad rapelCada aparato descensor está diseñado para trabajar con unos diámetros determinados de cuerdas. Con una cuerda demasiado fina, frenará poco (o nada) y más gruesa frenará demasiado o incluso se puede bloquear.

3.- Arnés.

Aunque parezca increíble, se han producido muertes por romperse el anillo de rapel del arnés.

seguridad rapelEste anillo a pesar de ser (cuando está nuevo) uno de los puntos más resistentes, también está sometido a muchos desgastes.

Para eliminar este punto único de fallo, el descensor y el sistema de autoseguro deben conectarse a partes diferentes del arnés. Pero no vale conectar el autoseguro a cualquier parte. Si conectamos el descensor al anillo y el autoseguro a la pernera del arnés y se rompe el anillo, quedaríamos colgados sólo de una pernera. Y ya te puedes imaginar la escena.

Autoseguro rapel Para obtener la máxima seguridad, el descensor y el autoseguro se deben conectar uno directamente al arnés, en el mismo lugar que usamos para encordarnos, mediante un nudo de alondra, y el otro al anillo. La posición de uno u otro dependerá de gustos personales y de si usamos un sistema de autoseguro por encima del descensor o por debajo.

Nudo alondra rapel 4.- Cuerda.

Y llegamos al último punto susceptible de fallar: la cuerda. Evidentemente, podríamos eliminar el punto único de fallo si usamos dos cuerdas, o si anudamos la cuerda en el anclaje, pero en este caso no podríamos recuperarla desde abajo.

Debido a esto, lo único que podemos hacer es usar cuerdas en buen estado y procurar que no rocen con cantos. En caso de existir zonas de roce que no podamos evitar, deberemos proteger la cuerda en esas zonas.

Respecto al tipo de cuerda, un simple cordino de 7 mm tiene la suficiente resistencia (cuando está nuevo) para aguantar nuestro peso, pero un roce con una roca o un poco de desgaste puede ser suficiente para fallar, y estamos hablando de un punto único de fallo.

Cuerda escalada rotaLo mínimo que se debe usar será una cuerda gemela. Las cuerdas gemelas suelen tener diámetros de entre 7,7 y 8,1 mm.

Es cierto que hay cordinos de kevlar o dyneema de diámetros mucho menores, que si bien proporcionan la suficiente resistencia, son demasiado finos para usar con los aparatos descensores habituales y requieren mucha experiencia en su uso.

La mejor garantía de que tu cuerda no te de un disgusto es cuidarla y tratarla bien. Revisarla y en caso de duda o si es antigua, cambiarla por una nueva.

Por hoy, creo que ya ha sido suficiente. En la siguiente entrega veremos otras recomendaciones de seguridad para el rapel.

Continúa en: Seguridad en el rapel (II): Recomendaciones de seguridad

6 Comentarios:

Josu dijo...

Muy bueno, Fende. En tu línea.

Zieft dijo...

Muy buena idea!!!

Esperare el resto de entregas....

igertu dijo...

Impresonante!!!, lo he ojeado por encima y tiene una pinta fabulosa, un gran detalle.

Muchas gracias por darte este curro,

Anonymous dijo...

Muy bueno, lo mejor que he leído hasta ahora sobre la técnica del rappel. ¿Las ilustraciones de que libro las has sacado?

Animo y a segir adelante.

Fende Testas dijo...

Los dibujos están extraídos del catálogo de petzl.
Lo puedes descargar de su página Web. Es muy interesante, y lo hay en castellano.

Nifty_Touch dijo...

¡Excelente artículo! ¡Felicitaciones desde Chile!

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